Revoluciones árabes, redes sociales y lecciones para empresas
Estamos viviendo un tiempo especial. No sé como acabarán todas las revoluciones del mundo árabe, pero estoy seguro que estará en los libros de historia futuros como un punto de inflexión para una parte importante del mundo. Regímenes no democráticos están siendo derrocados gracias al movimiento social.
Y en el centro de estas revoluciones se encuentra la fuerza de Internet, las redes sociales se han convertido en el vehículo conductor que ha permitido y acelerado los cambios. Para los ciudadanos de estos países, en las manifestaciones y protestas, Twitter, Facebook y los blogs han sido su voz hacia el mundo exterior. Pero para los regímenes dictatoriales son armas que tenían que contener y parar. No se habían dado cuenta de que el fenómeno de Internet y las redes sociales ya se encuentran arraigadas en la población, y es imposible callarlas. Cualquier acontecimiento local se convierte en global en pocos minutos gracias a ellas. Ocultar la realidad ya no es una tarea sencilla. Las redes sociales están tomando el relevo sobre los medios periodísticos tradicionales, y ya no se pueden controlar.
¿Qué lecciones pueden tomar las empresas de estos hechos? Hace unas semanas en un debate en Innosfera, un grupo muy activo en Internet se preguntaba por qué las empresas hacen un uso tan tímido en general de las redes sociales. Aunque creo que en muchas industrias y departamentos todavía existe un gran desconocimiento sobre las posibilidades de las nuevas herramientas, opino que la razón principal es el miedo a un entorno completamente diferente al que estamos acostumbrados.
En el modelo tradicional de empresa, la información hacia el exterior está controlada: Servicios de Relaciones Públicas, Gabinetes de Prensa, Revisiones Legales, Guiones preestablecidos para los Servicios de Atención al Cliente, Notas de Prensa, Juntas de Accionistas, Anuncios Publicitarios, etc. Hay un montón de fuentes, pero basicamente con una regla en común: la compañía controla que información es pública y en que momento. ¿Os suena similar a un gobierno dictatorial? Vale, a lo mejor no soy del todo justo, pero creo que la metáfora tiene mucho sentido. ¿Y qué ocurre cuando Internet y las redes sociales entran en juego? Las reglas han cambiado, la información ya no se puede controlar, una crítica o un producto defectuoso llega a todo el mundo también en minutos. Los clientes ya no solo deciden por tu publicidad, para ellos es más importante la opinión que leen en un blog. Y las empresas no están acostumbradas a trabajar con tanta transparencia, con tantos canales de comunicación, ni con tanta velocidad.
Eso sí, los directivos de las empresas no tendrán que buscar algún país donde exiliarse, aunque las lecciones son las mismas, las empresas que con mayor efectividad utilicen las redes sociales y adecuen sus procesos a la nueva realidad tendrán una ventaja competitiva clara. Aquellas que intenten mantener la realidad anterior perderán la batalla. Es el momento de innovar y dejar que las redes sociales revolucionen nuestras compañías. ¿Quién está preparado?