Preocupado por nuestro egoísmo

Preocupado por nuestro egoísmo

Termina un año más, nos hacemos más viejos y, supongo que por esa costumbre de volver a celebrar una vuelta más de nuestro planeta alrededor del Sol, es un buen momento para reflexionar sobre el mundo que vivimos, lo que ha pasado y hacia donde vamos.

Hemos tenido la fortuna de vivir en el mejor momento de la historia de la Humanidad, al menos hasta ahora. El mundo occidental lleva un periodo largo sin guerras, nuestro nivel de vida no es ni comparable con el de las generaciones pasadas, a pesar del crecimiento de la población mundial los porcentajes de muertes infantiles y de hambruna siguen disminuyendo, en la mayoría de los países el nivel de libertad e igualdad es muy alto, la tecnología nos permite estar mucho más conectados e informados además de simplificar los trabajos físicos y repetitivos, el nivel educativo y las posibilidades de formación son mayores que nunca, etcétera. Podría continuar, pero aunque no lo percibamos muchas veces de esa manera, vivimos en un mundo mucho mejor. Para profundizar en porque las cosas están mejor de una manera entretenida y didáctica recomiendo el libro “Factfulness” de Hans Rosling o buscar información sobre la pobreza en el mundo.
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A pesar de todo esto una gran parte de la población en Europa y América tienen una visión diferente, creen que la evolución hacia la libertad y la globalización nos ha llevado a un mundo peor, y es necesario volver atrás. Ejemplos, por desgracia, los estamos viendo en muchos lugares: el MAGA (hacer EEUU grande de nuevo) de Trump, el Brexit en UK para separarse de una Europa llena de inmigrantes, el auge de partidos de extrema derecha en Europa que abogan por cierres de nuestras fronteras para defendernos de inmigrantes que nos roban y nos matan, o el populismo en Latinoamérica representado por Bolsonaro en Brasil y su vuelta a los valores del pasado.

¿Cuál es la causa de esta tendencia? ¿Por qué nos estamos volviendo más egoístas como sociedad y nos da miedo el compartir o la mezcla de culturas? Seguro que la respuesta es compleja y además necesitaremos perspectiva histórica para comprenderlo mejor, sólo quiero aquí plantear cuatro ideas como posibles motivadores de donde estamos hoy:

  • Nos cuesta asumir los cambios. Estamos viviendo una revolución tecnológica de la que no tenemos ninguna experiencia previa, y que crea inseguridad en muchos sectores y tipos de trabajo. Además nuestra generación no está preparada para afrontar las crisis como nuestros abuelos. Las generaciones pasadas entendían que los periodos de bonanza no son eternos, el nuestro ha sido tan largo que hemos asumido que siempre van a ir las cosas bien. Nos cuesta asumir que la vida es como una montaña rusa y como sociedad va a haber periodos de incertidumbre, cambio y crisis. Por eso queremos volver atrás, a lo conocido.
  • La velocidad del cambio tecnológico no nos permite entender bien sus efectos. La información hoy está en la palma de tu mano, es global e instantánea; lo que nos permite conocer mucho más de lo que ocurre en el mundo. Siempre he pensado que el efecto de esta globalización y de las Redes Sociales será positivo, pero ahora tengo dudas no sobre la tecnología en si misma, pero si en el modelo y en el uso que le damos. Al haber creado un modelo de Internet donde la base económica de las empresas es la publicidad y el usuario final se ha convertido en producto, hemos generado una situación que la búsqueda del objetivo financiero equivale al tiempo que consigan tenernos conectados e interactuando. Para ello lo mejor es generar contenido que nos guste y enganche, que nos mantenga pegados a la pantalla, Facebook no nos enseña información para hacernos mejores conocedores de la realidad sino para que veamos la publicidad que mejor nos encaje. Y como efecto final se consigue que el mundo que vemos a través de las Redes Sociales no es el real, sino que tiene el propio filtro que nosotros mismos hemos creado. Este efecto amplificador de nuestro sesgo empeora todavía más porque normalmente las malas noticias atraen mucho más que las buenas. Y finalmente vemos lo sencillo que es crear ahora noticias falsas y lo difícil que es separarlas de la realidad. Si creemos que los inmigrantes africanos son vagos, maleantes y nos roban, vamos a ver muchas noticias que reafirman esa creencia, sean reales o no. Las nuevas ventanas al mundo que son las Redes Sociales nos muestran entonces una visión del mundo que reafirma y empuja nuestros sesgos y miedos.
  • Desde siempre hay una realidad en las sociedades humanas, nada une más que un buen enemigo. Lo vemos en el deporte y las pasiones que despierta, y vemos que los países siempre se han unido más en las guerras. Ahora, si hay una crisis y hay más personas con problemas económicos, ¿Quién puede ser el causante, el enemigo? Si hay paro es muy sencillo explicar que lo causan los emigrantes que nos roban el trabajo y la sanidad; si vemos que la sociedad cambia y nuestros barrios son diferentes está claro que la causa son los europeos que somos lasos con la inmigración y usamos sus impuestos; si la economía empeora el causante son los otros países que se aprovechan del nuestro. Creamos entonces un mecanismo de grupo y de autodefensa que nos aísla del mundo. Un mundo más global nos está llevando a una sociedad mejor, pero un mundo mejor no significa que todos mejoremos todo el tiempo, el egoísmo nos hace perder ese punto de vista y facilita el crecimiento de populismos y nacionalismos mal entendidos.
  • Por último, existe por desgracia una falta de liderazgo en nuestras clases políticas. Liderazgo y visión, que permita crear en la sociedad una idea de futuro hacia donde avancemos. Además de los casos existentes de corrupción e intereses personales, los mensajes políticos hoy no demuestran una estrategia o un camino, sino que se centran en el conflicto y el denostar al contrario antes de cualquier otra cosa. Esto provoca que por una parte haya una mayor separación entre la sociedad y los políticos, y por otra parte que solo se movilicen de manera importante aquellos grupos más extremistas. Creo que la democracia es el mejor modelo y ha sido la clave de las mejoras que hemos vivido, pero los modelos actuales fomentan el corto plazo y el pensar solamente en como ganar las siguientes elecciones en vez de en decisiones a largo plazo.

Espero que como sociedad sepamos apreciar lo que tenemos, seamos capaces de crear una sociedad más libre, igualitaria y solidaria, pensemos más en el mundo que vamos a dejar a las generaciones futuras y aprendamos a utilizar y convivir con los nuevos avances tecnológicos. Sigo preocupado por el egoísmo, la falta de empatía a los que no son como nosotros o no viven aquí, de la falta de visión sobre el cambio climático, o la preferencia hacia la seguridad antes que la libertad; pero sigo confiando en la capacidad de la raza humana de progresar y pensar más en el futuro que en el hoy.