Tecnología y Futuro

Tecnología y Futuro

En mi perfil de Twitter @josemariapena expreso mi opinión de que la Tecnología va a crear un mundo mejor, y es algo de lo que estoy convencido: la mejora de las condiciones de vida en todo el mundo en los últimos años está completamente ligada a las nuevas capacidades tecnológicas.
Todos tenemos claro que vivimos en una época de cambios muy rápidos y muy centrados en la los nuevos sistemas y capacidades. Pero me preocupa que cada vez más encuentro más dudas y temores en la sociedad sobre lo que esta evolución nos traerá en el futuro.
Quiero expresar aquí mi visión desde ese convencimiento de las bondades futuras de las nuevas tecnologías que se están desarrollando:

Vivimos en un mundo mejor

Supongo que es algo natural recordar el pasado de una manera optimista, olvidamos los momentos peores y enfatizamos las bondades de lo que nos ha gustado. Por ello, tenemos una falsa apariencia de que todo lo pasado es mejor. Pero no es real, tenemos la suerte de vivir en la época de mayor calidad de vida general para la humanidad. Y lo que es más, en los últimos decenios ha habido una mejora importantísima de las condiciones de vida en la mayoría de los países.
Nunca ha habido tan pocas guerras, ni menos pobreza, ni tanta gente con acceso a la educación y a la sanidad. El mayor causante de esta mejora han sido los avances tecnológicos, tanto en la agricultura, la industria o los servicios.
El siguiente gráfico muestra como en solo 25 años se ha reducido la pobreza mundial a una cuarta parte:

Aún mucho trabajo por hacer, pero claramente la tendencia es muy positiva.

Existe resistencia al cambio

No nos gusta cambiar, es otra realidad humana, y cuanto mayores somos, más reacios aún. Y esta realidad la expresamos más claramente cuando la tecnología irrumpe y hace que muchos modelos y costumbres a las que estamos acostumbrados cambien profunda y rápidamente.
Ahora vemos como tememos la pérdida de empleo por el uso de robots; o las discusiones sobre los riesgos de los vehículos de conducción autónoma; o los cambios que las redes sociales provocan en como los jóvenes aprenden y se comunican. Pero al final, los cambios que sean positivos se quedarán, y nos acostumbraremos a ellos de manera rápida.
Esta resistencia no es algo que se haya desatado ahora, quiero mostraros dos ejemplos que probablemente ahora nos hagan sonreír, pero que en su momento fueron cambios tecnológicos que causaron rechazo:

Cuando se empezó a usar música grabada en los teatros hubo protestas de los artistas, centradas en la falta de calidad. Hoy, podemos escuchar nuestra música favorita en nuestro móvil o ir a un concierto cuando podemos, entonces fue un gran cambio.

La irrupción a finales del siglo XIX de los coches supuso la desaparición de la industria de los carruajes de caballos, lo que provocó protestas y movimientos en contra de las nuevas máquinas. Para entender el cambio, tenemos que imaginarnos que en ese momento en las ciudades uno de sus principales problemas era la gestión de los residuos de los caballos. En este anuncio se explicaban las bondades del coche: sin olores ni vibraciones, y fácil de conducir.
Hoy se expresan similitudes entre los caballos de entonces y los hombres de hoy (en relación a los robots). Pero aún así, hoy aún vemos caballos y generalmente viven mejor, ¿verdad?

Hay grandes retos que tenemos que afrontar

Siempre que aparece algo novedoso existen riesgos, y al aumentar la velocidad de cambio los riesgos y tiempos de respuesta se hacen más críticos. ¿Dónde veo yo los mayores retos?
La evolución de la Inteligencia Artificial significa que entramos en terrenos novedosos, ¿hasta qué punto podemos controlar nuestras creaciones? Hay actualmente muchas discusiones sobre este tema, y necesitamos un planteamiento a largo plazo y alejada de mercantilismos para asegurarnos normas y reglas eficaces en el cambio.
El efecto de la humanidad en nuestro planeta está demostrado (aunque siga habiendo gente que lo pone en duda) que es negativo. Somos causantes de un cambio climático que no entendemos y no sabemos si podemos retrasar o controlar. La prioridad debe de ser asegurar un planeta en mejores condiciones a las generaciones futuras.
Además, la tecnología va a significar un cambio importante en paradigmas que siempre han estado con nosotros. ¿Qué haremos cuando no necesitemos trabajar? Definir el modelo social económico y futuro necesitará pensar de manera diferente, e implicará una transición pacífica o no, ya que los riesgos sociales son evidentes, y la diferenciación ya no será puramente económica sino de capacidades para los nuevos escenarios.

Vivimos en un mundo de posibilidades

Desde mi punto de vista, este balance entre riesgos y oportunidades debe de ser positivo, y hay que verlo como un nuevo abanico de posibilidades que se abren a todos nosotros. Sumarse al cambio y apoyarlo depende de nuestras actitudes, no podemos quedarnos quietos ni personal ni profesionalmente. La formación continua, la capacidad de transformarnos, el entender un mundo más global y más cercano serán las habilidades más importantes para las futuras generaciones.
Y por ello, desde todos nosotros debemos entender que hay que invertir en ese futuro, con un apoyo claro a una mejor educación y con una inversión en ciencia y en I+D. Es evidente que habrá inicialmente sociedades de primera y de segunda en esta transformación, y nuestra posición dependerá de los esfuerzos educativos y de inversión en investigación que consigamos hacer.

Para terminar, y en relación con ese miedo que comentaba inicialmente sobre hacia donde nos llevan estos cambios, desgraciadamente hay una fuerte tendencia contraria a los mismos, que es creciente. Los discursos basados en volver a los tiempos pasados, en potenciar los intereses individuales y nacionales, y en negar realidades científicas cada vez tienen más eco. Espero que sea una moda pasajera, una reacción de miedo al cambio, y estoy convencido que aunque ahora en esta generación demos un paso atrás, la siguiente aprenderá la lección. Espero no equivocarme en el futuro que veo.
De todas maneras, como decía otro presidente americano: "La mejor manera de predecir el futuro es crearlo" - Abraham Lincoln